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Retenes HP, su secreto está en la carcasa
Seguimos con nuestra acción de “un mes, una junta”. En posts anteriores hemos hablado de la universalidad de las juntas tóricas, del hilo tórico y su corte a medida, de las quad-rings y sus cuatro puntos de apoyo… Sin embargo, aún hay mucho de que hablar en cuanto a juntas se refiere y esta vez vamos a seguir con la junta que aguanta las condiciones más adversas: los retenes, concretamente, los retenes HP (también conocidos como juntas rotativas para alta presión).
¿Y qué tienen estos retenes que no tengan el resto de juntas? Su composición es lo que los diferencia del resto. Y es que los retenes HP se componen de una carcasa metálica en acero inoxidable (SS304 o SS316) y de un labio en PTFE FDA blanco o PTFE/FibraVidrio/MoS2 negro. Además, estos retenes tienen un refuerzo en fluoroelástomero (Viton®).
De hecho, los retenes HP para presión son unas juntas rotativas de altas prestaciones utilizadas en sectores muy diversos como la ingeniería mecánica o la industria química, para aplicaciones centrífugas, bombas, agitadores, compresores o cajas de cambio. Estas son algunas de las ventajas de usar este tipo de juntas:
- Reducción del riesgo de corrosión gracias a la carcasa.
- Una junta excelente para las aplicaciones de altas temperaturas, velocidades y/o presiones y con líquidos o gases corrosivos.
- Funciona adecuadamente en caso de poca lubricación o incluso en condiciones secas.
Y son estas características las que convierten al retén HP en una junta excelente para las aplicaciones con altas temperaturas, velocidades y/o presiones y con líquidos o gases corrosivos. Además, funciona adecuadamente en caso de poca lubricación o inclusión en condiciones secas.